Sobre mí

Soy fridamaníaca porque la obra de Frida Kahlo se ha convertido en una obsesión, que es lo que define a las auténticas fridamaníacas*. Leo todo lo que cae en mis manos, veo documentales, visito exposiciones, mapeo graffitis y encuentro a Frida en todas partes. Cuando comparto mi pasión durante mis charlas o rutas, percibo en quienes me escuchan un brillo en sus ojos, una conexión difícil de explicar mediante la razón porque se basa en los lazos invisibles que teje el arte y que nos une de forma irremediable.

Soy una impostora porque sin ser historiadora del arte pretendo ofrecer una visión nueva sobre la vida y la obra de la pintora mexicana. Como periodista y divulgadora, mi objetivo es ofrecer una visión nueva sobre la vida y la obra de la pintora mexicana, analizando las claves mediáticas, artísticas y simbólicas, conectadas con el pasado y el presente, que la han convertido en un icono tanto del arte, como de la cultura pop y el feminismo. No pretendo sentar cátedra ni ofrecer un análisis académico irrefutable, tan sólo mostrar todas sus caras desde la emoción que me produce contemplar su obra. Mi mirada puede ser también la tuya, la de una espectadora que intenta ver la obra más allá de lo aparente y conectarla con sus propias vivencias. Todas somos un poco Frida.

En un relato de Eduardo Galeano, un niño que nunca ha visto el mar le pide a su padre que le lleve y cuando finalmente contempla la inmensidad del azul eterno, le pide “¡Ayúdame a ver!”, Como en el cuento del autor uruguayo, me gustaría considerarme una acompañante, una guía, una psicopompo. Quiero estar a tu lado cuando atravieses el umbral de la razón para redescubrir la experiencia de ver de nuevo el arte y recuperar el placer de mirar los cuadros de Frida Khalo con los ojos del alma.