Una semana antes de morir a los 47 años (el 13 de julio de 1954) la pintora mexicana Frida Khalo escribió sobre uno de sus últimos bodegones con sandías de pinceladas rápidas de vivos colores la frase “Viva la vida”. Seguramente, quiero pensar, lo hizo después de celebrar su cumpleaños (6 de julio) con una gran comilona, bebiendo un tequilita y cantando rancheras. Siempre he pensado que era, además del resumen perfecto de una vida plena e intensa, un mensaje dirigido a sus espectadores del futuro y, por tanto, de alguna forma, dirigido a mí.
A veces, es sorprendente como puntos distantes se conectan para dar sentido a lo que parece no tenerlo. Serendipia lo llaman. Hace un año, al acabar una de mis charlas, recibí una llamada que me comunicaba el fallecimiento de un tío mío muy querido. Yo había acabado esa charla, como hago siempre, con un “Viva la vida”. Después de los primeros días de duelo, pensé si no sería eso mismo lo que seguramente me hubiera dicho mi tío, que era un disfrutón, para aliviar mi tristeza por su ausencia. La vida, a pesar de las penas, hay que vivirla con plenitud porque, como en los cuadros de Frida, el color siempre vence a la oscuridad. La muerte forma parte de la vida, y viceversa; son una unidad inseparable.
Es curioso porque hace poco en una exposición de Goya en Barcelona, también descubrí que después de toda la oscuridad y pesimismo de sus ‘pinturas negras’ retrató en su último cuadro a una lechera de Burdeos con rubor en sus mejillas y llena de vida, con un cielo azul de fondo que transmite algo muy parecido al mensaje vitalista de la pintora mexicana.
Por eso, ya he hecho mío su lema:
«Tan absurdo y fugaz es nuestro paso por este mundo, que sólo me deja tranquila el saber que he sido auténtica, que he logrado ser lo más parecido a mí misma».
Esta semana, de doble aniversario por su nacimiento y muerte, en el que Frida Khalo habría cumplido 119 años, quiero celebrar contigo que su arte sigue latiendo como el primer día, moderno y actual a nuestros ojos del siglo XXI. Te invito a escuchar la conversación que mantuve con Gerard Capdevila del canal de Youtube ‘Cuestión de cultura’, dónde explico porque me considero una fridamaníaca y otras muchas anécdotas y curiosidades alrededor de su vida y su obra. Podríamos haber seguido hablando durante horas. ¡Espero que la disfrutes tanto como nosotros!
Y recuerda siempre:
¡VIVA LA VIDA!




